La lectura y su importancia en el desarrollo cognitivo

La lectura permite a los niños aprender las palabras con mayor rapidez, mejora su comprensión y ejercita su cerebro para que la adquisición del lenguaje, que se produce entre los 10 y los 30 meses, sea lo más rica posible.

CONAFE (2011) menciona que la lectura desarrolla su pensamiento en la medida que son capaces de representar mentalmente lo que escuchan y relacionan las nuevas palabras y situaciones con lo que ya conocen, aprende a leer lo que sucede en las ilustraciones y se da cuenta que en las historias hay una secuencia que empieza y termina.

Las áreas cognitivas del cerebro se estimulan con la lectura y los aspectos emocionales de nuestro desarrollo también evolucionan favorablemente con este hábito.

Reyes (2005) señala que el desarrollo de los circuitos cerebrales en los primeros años, implica la activación de interconexiones –sinapsis– y de circuitos neuronales, conocida como maleabilidad o plasticidad cerebral. Dado que las células del cerebro crecen aceleradamente durante los tres primeros años de vida y que durante esa etapa proliferan las conexiones neuronales, debido a los estímulos del ambiente y a la calidad de las relaciones que se establecen con el niño, es forzoso admitir que la lectura temprana puede brindar al sujeto el sustrato para su desarrollo cognitivo, emocional y social.

Además, algunos tipos de lectura pueden ayudar a los agentes y padres a abordar problemas que van surgiendo en el desarrollo personal de los niños.

La lectura es un medio a través del cual el ser humano procesa de manera sistematizada la información recibida a través de códigos gráficos, integrando otros procesos como la comprensión, el análisis de la información, del mismo modo finaliza diciendo que el hombre ha inventado máquinas para aumentar o disminuir la distancia, pero será la lectura la que lo llevara a comprender la ciencia en sentido propio de la vida